20 de junio de 2014

MALÉFICA (2014)


















ATENCION. Advierto que esta review contiene SOPILERS de la película muy reveladores. Quién no la haya visto aún que se abstenga de leerla o lo haga bajo su total responsabilidad.







La historia de La Bella Durmiente es de sobras conocida, pero no ocurre lo mismo con la principal antagonista de la historia, la bruja Maléfica.

En sus orígenes, Maléfica (Angelina Jolie) era un hada que vivía en las Ciénagas, un reino mágico poblado por distintos seres que vivía bajo la amenaza de su vecino, el reino de los humanos. Dotada de unas grandes alas, Maléfica es más fuerte y poderosa que las otras hadas y esto la convierte en la protectora de las Ciénagas frente a las ambiciones del rey humano Henry (Kenneth Cranham) de conquistarlas. Cuando era una niña (Isobelle Molloy), Maléfica conoció a Stefan (Michael Higgins), un joven humano del que se enamora y con el que suele verse a escondidas. Pero Stefan ambiciona convertirse en rey y, cuando Henry promete entregar el reino a quién mate a Maléfica, él la traiciona y la hace beber un brebaje que la deja profundamente dormida. Sin embargo, no se atreve a matarla. Pero, en lugar de eso, lo que hace es cortarle las alas y llevarlas ante el rey como prueba de la ha matado.

Traicionada y mutilada, Maléfica se convierte en un ser oscuro que lleva la oscuridad a las Ciénagas. Deseosa de vengarse de Stefan (Sharlto Copley), ya convertido en rey, cuando nace su hija, Aurora, la maldice con un hechizo en el que la niña, cuando cumpla los 16 años, se pinchará con la aguja de una rueca y caerá en un profundo sueño del que solo podrá despertar con un beso de amor verdadero. Stefan, cada vez mas paranoíco, hace que todas las ruecas del reino sean destruidas y envía a Aurora al bosque al cuidado de tres hadas (Imelda Staunton, Juno Temple y Lesley Manville). Pero Maléfica observa de cerca.

Como muchos otros cuentos famosos, el de La Bella Durmiente fue muy popularizado por Disney en una película de animación dirigida por Clyde Geronimi en 1959 que es ya todo un clásico y uno de los títulos más emblemáticos de la compañía. Y esto se debía, principalmente,a que contaba con una de las mejores villanas de la historia, Maléfica, representada en la película como una bruja malvada que era una auténtica hija de puta que llegaba a atemorizar con su sola presencia.


Pues bien, en plena fiebre de revisar sus películas de animación con films de acción real, Disney puso sus ojos en La Bella Durmiente. Pero, conscientes de que es supersonaje mas emblemático, decidieron centrar la historia en Maléfica con una película que contase sus orígenes y las razones de que se volviera tan cabrona. Para este cometido, contrataron a la guionista Linda Woolverton, que ya había trabajado para ellos en éxitos como La Bella y la Bestia (Gary Trousdale y Kirk Wise, 1991), El Rey León (Roger Allers y Ron Minkoff, 1994) o Alicia en el País de las Maravillas (Tim Burton, 2010).

En un principio, la película iba a ser dirigida por Tim Burton, quién ya le dio una gran alegría a Disney con la ya mencionada Alicia en el País de las Maravillas que, aunque recibió muy malas críticas, fue un éxito enorme con mas de 1.000 millones de dólares recaudados en todo el mundo. No obstante, por razones no aclaradas, Burton no pudo dirigir la película.

Su sustituto fue Robert Stromberg, quién debuta en la dirección con este film tras una larga carrera como supervisor y artista de efectos especiales, donde hasta ha llegado a ganar dos oscars; uno por Avatar (James Cameron, 2009) y otro por la ya nombrada Alicia en el País de las Maravillas.

En cuanto a que actriz sería la elegida para dar vida a esta nueva Maléfica, el estudio lo tuvo claro desde el principio: Angelina Jolie.

Como siempre, antes de ponerme con la película, voy a contar como le está yendo. Y, la verdad, es que le está yendo bastante bien. Con un presupuesto de 180 millones de dólares, solo en EEUU lleva recaudados ya 173 millones y todo indica que superará los 200 millones. En cuanto al resto del mundo, lleva ya recaudados 272 millones que hacen que su recaudación global ascienda a 445 millones de dólares. Además, la crítica se está portando bastante bien con ella y el público la está recibiendo con entusiasmo.

Y, la verdad, no me extraña. A mí la película me ha gustado mucho –más de lo que me esperaba, me atrevería a decir –y he salido de verla con una sensación muy agradable y una gran satisfacción.

Para empezar, la película no es ninguna infantilada. Es, más bien, una película para todos los públicos. Aún así, se permite tener sus momentos oscuros y hasta violentos; la escena en la que Maléfica descubre que le han cortado las alas me pareció de lo más desgarradora.

Visualmente, es una auténtica delicia. El diseño de producción está de lo más logrado y los efectos especiales cumplen en todo momento; especialmente en los distintos monstruos y demás criaturas que pueblan el film, los cuales están muy bien hechos. Entre los que mas me han gustado están los bichejos que tiran barro, los soldados planta y, sobre todo, el impresionante dragón que aparece al final –algo que llevaba esperando toda la película y al no me ha defraudó –; de no ser por el Smaug de El Hobbit, diría que es el mejor dragón que he visto en cines en los últimos años.


De Robert Stromberg tenía muchas dudas, ya que este es exclusivamente su primer trabajo como director, porque no tiene ningún otro crédito como director antes de este film; ni tan siquiera un pequeño cortometraje. Por eso temía que su falta de experiencia en la dirección le pasara factura al film, como ya ha ocurrido otras veces como, por ejemplo en Underworld: La Rebelión de los Licántropos (2009), donde se notaba la falta de experiencia del también diseñador de efectos especiales Patrick Tatopoulos –y eso que este ya había dirigido un corto unos años antes –y esto terminó lastrando el film. Y, la verdad, algo así me temía que ocurriera con esta película.

Sin embargo, el tipo me ha sorprendido porque, pese a su inexperiencia en la dirección, dirige muy bien la película en todo momento; y no solo en las escenas de acción y los efectos especiales, también en los momentos dramáticos y la dirección de actores. Se ve que el tipo, aparte de tener talento de verdad, ha aprendido mucho de los directores con los que ha trabajado; pero aprendido de verdad, no solo limitarse a ver como lo hacen pensando “eso también lo sé hacer yo”, que es lo que hacen muchos.

El guión no es ninguna maravilla, todo hay que decirlo, pero cumple bien, está bastante trabajado y, sobre todo, muy bien estructurado. Me gusta mucho el tratamiento que recibe aquí Maléfica y no estoy para nada de acuerdo con los que dicen que la han ablandado.

Lo que han hecho es humanizarnos a la bestia. Primero mostrándonos sus orígenes como un hada fuerte y protectora. Luego, mostrándonos muy bien las razones de que se vuelva mala; porque se vuelve mala pese a no ser ya la antagonista de la historia. Lo digo porque hay algunos que dicen que no llega a convertirse en mala en toda la película, cosa que no es así. Aquí Maléfica se vuelve mala y de una forma de lo más comprensible, porque sufrir una traición como esa, encima de la persona que amas y confías plenamente, es algo que le llena de odio a cualquiera.

Algo así ocurre también con Stefan, quién también aquí se vuelve malo y se convierte en el verdadero antagonista de la historia al final. Aunque, Stefan se vuelve malo por otros motivos. Sus deseos de convertirse en rey terminan corrompiéndole y acaba por traicionar a Maléfica. Pero no la mata porque sus sentimientos por ella entran en conflicto y esto le crea un remordimiento que con el paso del tiempo se va convirtiendo en un temor de que le llegue el castigo por sus acciones que, cuando Maléfica lanza la maldición sobre su hija, se convierte en una paranoia que termina por enloquecerlo y convertirlo en un personaje de lo mas oscuro.

En cambio, Maléfica termina redimiéndose en la película gracias a Aurora. A diferencia de Stefan, que aleja a su hija de él creyendo que así estará a salvo, Maléfica está cerca de ella en todo momento; incluso es ella quien de verdad la cuida –porque esas tres hadas imbéciles no serían capaces de cuidar ni un tamagotchi –. Y, así, al final termina encariñándose con la niña a la que al principio odiaba solo por ser la hija de quién la ha traicionado. Odio que, poco a poco, va desapareciendo y siendo reemplazado por ese amor verdadero necesario para romper la maldición; porque el amor no es algo exclusivamente de amantes, algo que nos deja bien claro la película.


No sé si he aburrido a alguien con este rollo que acabo de soltar, pero quería dejar claro por qué me gusta este nuevo tratamiento que han hecho de Maléfica. A los que no les gusta y prefieran mas a la Maléfica mala mala, son libres de quedarse con la película animada de 1959, que es, y seguirá siendo, un clásico.

Volviendo a la película, el trabajo de los actores ha sido otro punto a favor. Empezando por su protagonista.

Desde luego, no pudieron hacer una mejor elección con Angelina Jolie, una excelente actriz que enamora cada vez que aparece en pantalla y hace suyo cualquier personaje. Como ocurre con esta Maléfica, donde hace uno de sus mejores trabajos que, incluso, me atrevería a decir que sería recompensado con un oscar si la academia no se portara tan mal con este tipo de películas.

Elle Fanning está fantástica como Aurora. Cada vez me gusta más esta chica e, incluso, ya la prefiero más que a su hermana mayor; una cada vez más perdida –es lo que tiene haber trabajado en la saga Crepúsculo –Dakota Fanning.

Sharlto Copley, también hace un estupendo trabajo como el rey Stefan y refleja muy bien con su interpretación todo lo que he dicho antes del personaje.

Pese a lo idiotas, pedantes y cargantes que son sus personajes, Imelda Staunton, Juno Temple y Lesley Manville hacen un muy buen trabajo dando vida a las tres hadas gilipollas. Tampoco lo hace mal Brenton Thwaites como prícipe Felipe; aunque este personaje termina en muy segundo plano. Lo mismo que la princesa Leila, interpretada por la bella Hannah New –a quién hemos visto hace poco en la serie El Tiempo entre Costuras –, cuya presencia es vista y no vista.

También merece mención Sam Riley como Diaval, el cuervo que se convierte en humano de Maléfica.

Por lo general, los actores hacen un buen trabajo.


Resumiendo ya. La película ha estado muy bien. Duda lo que tiene que durar, va al grano enseguida sin perder el tiempo en tonterías y el ritmo nunca decae, lo que la hace muy disfrutable de ver. Es una película que da lo que promete y no decepciona en casi nada.

A mí me ha gustado mucho. Este tipo de películas no son las que suelo ver más de una vez en el cine, pero con este film haría una excepción, en serio.


Yo, desde luego, la recomiendo mucho; incluso a las personas a las que no les guste Disney creo que pueden disfrutar con ella.










1 comentario:

Zorro Fan dijo...

Me encanto la película. Incluso,Alejandro franco de arquelin criticas que lno le gusta disney elogió la película