31 de marzo de 2012

EL CAPITÁN TRUENO Y EL SANTO GRIAL (2011)









Vamos con una película a la que le tenía bastante ganas. Se trata de la adaptación al cine del famoso personaje de cómic creado por Víctor Mora en 1956. Personaje que es todo un icono del cómic español y con el que han crecido muchas generaciones en este país. Sus cómics son material mas que suficiente para una buena película; incluso para muchas.

Lo malo es que estamos hablando aquí de CINE ESPAÑOL.

Con eso debería decirlo todo, pero es mejor que de mis razones de por qué en su día catalogué esta película como la peor película de 2011.

Empecemos.

La película ya comienza con un fallo garrafal, ya que ubica la película en el año 1291 estando en la III Cruzada, la cual tuvo lugar a finales de siglo XII. En esa cruzada se encuentra el Capitán Trueno (Sergio Peris-Mencheta), un caballero español al servicio del rey Ricardo Corazón de León. Mientras este rescata a sus amigos, Crispín (Adrián Lamana) y Goliath (Manuel Martínez), y otros prisioneros cristianos de una fortaleza musulmana, un viejo prisionero que ve una marca de nacimiento que tiene en su cuello, le entrega un cáliz de oro para entregárselo a un caballero llamado Morgano (Alejandro Jornet), al que el capitán no conoce de nada.

Poco después, el rey Ricardo le encomienda una misión que implica volver a España para investigar una región donde están ocurriendo cosas raras. En el viaje le acompañará, a parte de sus amigos y un grupo de cruzados, Sigrid (Natasha Yarovenko), una bella princesa vikinga. Una vez en España se encuentran con que la región que deben investigar está bajo dominio de un siniestro hombre llamado Sir Black (Gary Piquer), que gobierna la región con puño de hierro junto a la malvada bruja Ariadna (Jennifer Rope). El Capitán Trueno verá que ese asunto y el de la prisión musulmana están entrelazados ve que Sir Black va detrás de ese misterioso cáliz.

El proyecto de llevar al Capitán Trueno al cine es algo que venía gestándose desde hacía mas de una década.

Después de un fallido intento por parte de Juan Piquer Simón, en 2000 el director Juanma Bajo Ulloa se hizo con el proyecto, pero terminó por abandonar. Después, en 2004, se hizo cargo Alejandro Toledo, pero corrió la misma suerte. Así hasta que, a finales de 2006, el proyecto cayó en manos de Pau Vergara, quién se encargaría de producirlo y escribir el guión.

En un principio, el propio Vergara se perfiló como director. Luego la dirección recayó momentáneamente en Daniel Calparsoro hasta terminar en Antonio Hernández.

La producción de la película fue un completo desastre. La película contaba con un presupuesto de 25 millones de euros e iba a rodarse en 3D, pero luego ese presupuesto fue reducido a 10 millones y se olvidaron del 3D. El rodaje tuvo un sin fin de problemas debido al impago a los actores, miembros del equipo y proveedores; se dice que un hotel donde se hospedaban llegó a retener a varios miembros del equipo hasta que no les pagasen lo que les debían. El estreno de la película también fue desastroso. Sin a penas promoción y con solo 272 copias.

¿Resultado?

Uno de los mayores fracasos del cine español que a penas recaudó 300.000 euros y de la que TODO el mundo echa pestes; incluidos sus protagonistas. Y lo que es peor, destroza por completo a un personaje que forma parte de nuestra cultura popular.

Empecemos ya.

No me andaré mucho por las ramas. La película es un MONTÓN DE MIERDA. Decir que es mala es quedarse corto. Es un engendro que ni tan siquiera se merece ser llamado película.

El guión es una basura, con diálogos estúpidos y situaciones ridículas cada dos por tres. Por no hablar de que su historia es de todo menos interesante a pesar de que esté el mítico Santo Grial de por medio. Encima, la película se hace terriblemente aburrida y pesada. El principio es algo entretenido, pero luego la trama se desploma por su propio peso y su metraje se hace interminable, dando mas la sensación de estar viendo una película de cuatro horas.

Luego la película está dirigida de forma que da pena. Antonio Hernández no es mal director, pero aquí hace un trabajo nefasto. Las escenas de lucha parecen espectáculos de parque temático –aunque yo creo que esos espectáculos están mejor hechos aún que esto –. El diseño de producción es lamentable; menos mal que en España hay muchos castillos, porque no me quiero ni imaginar como serían estos si los hubieran hecho de cartón piedra. A los protagonistas los visten con disfraces de saldo; especialmente a Goliath, que hasta le dan un garrote de pega que no engaña ni a un niño de cinco años; parece que se lo ha robado a la sota de bastos. Y luego están los efectos especiales, que menos mal que son pocos, porque mas mal hechos no pueden estar.

Pasando al tema del reparto debo decir que los actores hacen un trabajo realmente malo. Aunque no es culpa de ellos, porque todos los interpretes, buenos o malos, hacen lo que pueden frente a una dirección de actores lamentable.

Sergio Peris-Mencheta no es el actor mas indicado para hacer del Capitán Trueno; aunque, físicamente, da bastante el pego y, al menos, intenta hacer su trabajo lo mejor posible.

Para Goliath, hacía falta un tipo mucho mas grande que el lanzador de peso Manuel Martínez (Supermanolo). Pero, hubieran cogido a quién hubieran cogido no hubiera servido de nada frente a lo mal caracterizado que está el personaje, como ya he dicho antes.

Lo mismo digo de Crispín, interpretado por un tal Adrián Lamana. Para este personaje alguien ideal es un actor como Fernando Ramallo –aunque algo mas joven –, rubio de verdad. En lugar de eso, cogen a un chico que pega mas como musulmán de Saladino al que, encima, se nota demasiado que está teñido de rubio; encima, de rubio platino, por si no fueran ya bastante cantosas las ropas que lleva.

Para la chica, Sigrid, estuvo mucho tiempo vinculada al papel Elsa Pataki pero, poco antes de comenzar la producción, abandonó el proyecto para irse a Hollywood a rodar la quinta entrega de A Todo Gas –una decisión muy acertada, viendo como terminó esta película –. Su sustituta es la ucraniana Natasha Yarovenko, una actriz muy bella que llena la pantalla en todo momento con su belleza. Sin embargo, es oírla hablar y se me revuelven las tripas. Todavía no entiendo como no la doblaron.

En una película como esta los villanos son un punto muy importante, pero aquí los malos son una mierda. Gary Piquer está de lo mas sobreactuado en un personaje bochornoso, mas propio de una mala parodia que de un film de aventuras. Jennifer Rope está insoportable; aunque esto es mas culpa del personaje que de ella. En cuanto a Ramón Langa –la voz en español de Bruce Willis –, si hubiera estado escondido durante toda la película poco se le habría echado de menos, porque su personaje y su interpretación son de lo mas anodino.

La película es un desastre se mire por donde se mire.

Me acusan mucho de ir contra el cine español porque lo critico mucho. Pero es que no paran de hacer méritos para ello.

Se hacen buenas películas en España cada año, eso no lo voy a negar, pero todas se pueden contar con los dedos de una mano; el resto son pura basura. Y de eso tiene la culpa el hecho de no tener una industria cinematográfica en condiciones que ponga a cada cual en su sitio y que, además, controle mejor el dinero que se maneja en las producciones.

¿Alguien se cree que de verdad que una película tan cutre como esta ha costado 10 millones de euros? Poneos en la piel de unos productores codiciosos con 10 millones en el bolsillo viendo lo lucrativo que sería quedarse con la mayor parte de ese dinero invirtiendo en la película lo menos posible –como esos constructores que emplean materiales baratos en las obras y lo disimulan en las cuentas –y encontraréis la respuesta.

Lo peor de todo es que no estamos hablando de capital privado, porque esta película ha sido financiada mayoritariamente con dinero público, ese que pagamos con nuestros impuestos. Como la mayor parte del cine español, que se financia a través de subvenciones que se dan para ayudar a prosperar a nuestro cine, pero que terminan en manos de gentuza sin que nadie se moleste en evitarlo.

Así importa poco que las películas tengan éxito o no, mientras llegue la correspondiente subvención cada año, todos contentos; si ese todos se limita a productores de cine y cineastas vividores.

Es una vergüenza el cine que tenemos. Aunque mas vergonzoso es que aún haya gente que lo defienda y culpe de sus fracasos a factores externos. La misma gente que no para de insultarme cada vez que me meto con una película española o con varios de nuestros directores, actores o actrices mas malos; como Penélope Cruz, que ahora parece que criticarla es como meterse con toda España cuando ella y su maridito –el comunista que tanto odiaba a los americanos –cada vez están mas cómodos en EEUU; país donde cada vez están emigrando mas españoles con talento.

Pero, vamos, por mi que digan lo que quieran, se necesita mucho mas que insultos para callarme y si hay algo a lo que me he acostumbrado a lo largo de los años es a que me insulten; es el precio que hay que pagar por decir lo que se piensa. Desde luego, no me siento culpable por mis críticas porque, por mucho que digan, yo no odio el cine español; ya me gustaría a mi tener un cine patrio del que no avergonzarme.

Pero, bueno, dejemos ya estas cosas, que se me está calentando la sangre, y volvamos con este engendro que se atreven a llamar película.

Resumiendo.

Un engendro nefasto y bochornoso que lo único que consigue es dar vergüenza ajena y ganas de vomitar. Tragársela entera es misión imposible y si yo lo hice fue mas por mis principios de no dejar una película a medias.

Lo peor es el poco respeto con el que ha sido tratado un personaje como el Capitán Trueno. No soy muy fan de él, que conste, pero si lo conozco bastante a él y sus historias –un familiar me regaló hace años una caja llena de cómics de este personaje junto a otros de El Jabato, El Guerrero del Antifaz o Roberto Alcázar y Pedrín, por lo que estos cómics no son un misterio para mi –y se que son material mas que suficiente para hacer buenas películas. Además, me guste o no, se merecía una adaptación mas respetuosa y no esta bazofia tan lamentable.

No se si debería crear un rincón especialmente para ella -el rincón de las nefastas, por ejemplo -, porque no creo que se merezca estar en el rincón de las malas, ya que hasta hace parecer mejor a las que están allí y hasta futuras inquilinas, como Dragonball Evolution. Suerte que me pilla de buenas.






25 de marzo de 2012

EL PLANETA DE LOS SIMIOS (2001)






Diez años antes de que la franquicia simiesca fuera resucitada, y reiniciada, con la estupenda El Origen del Planeta de los Simios (Rupert Wyatt, 2011), Tim Burton lo intentó con un remake que, aunque logró un gran éxito de taquilla, se ha convertido en una mancha en su curriculum.

La película comienza en el año 2029. Leo Davidson (Mark Wahlberg) trabaja en una estación espacial entrenando simios para que estos piloten naves espaciales. Cuando uno de los simios, el chimpancé Pericles, se pierde en una tormenta eléctrica, Leo desobedece las órdenes y coge una nave para rescatarle, pero termina por atravesar la tormenta él también y acaba viajando en el tiempo, al año 3008, estrellándose en un planeta dominado por simios parlantes que tratan a los humanos como esclavos.

Él es capturado y esclavizado por estos simios, pero no tarda en escapar junto con otros humanos; entre ellos, la bella Daena (Estella Warrer). Ari (Helena Bonham Carter), una chimpancé idealista que lucha por la liberación de los humanos, les ayuda en la huida. Perseguidos por el sádico general Thade (Tim Roth), y el lugarteniente de este, el gorila Attar (Michael Clarke Duncan), Leo, Daena, Ari y los demás tratarán de llegar hasta las ruinas de CALIMA, un lugar sagrado, y prohibido también, para los simios, donde se dice que fue el origen de su civilización. Una vez allí, Leo tendrá una terrible revelación.

El proyecto de un remake de la magistral El Planeta de los Simios (Franklin J. Schaffner, 1968) era un proyecto que venía desde el año 1988 y pasó por las manos de multitud de directores (James Cameron, Oliver Stone, Sam Raimi, Peter Jackson...) y actores (Arnold Schwarzenegger, Tom Cruise, Charlie Sheen...) hasta que vio la luz con Tim Burton como director y Mark Wahlberg de protagonista.

Como ya he dicho, la película fue un gran éxito de taquilla. Con un presupuesto de 100 millones de dólares, la película recaudó 180 millones solo en EEUU y 182 millones mas en el resto del mundo, haciendo un total de 362 millones de dólares.

Sin embargo, a pesar de su éxito financiero, la película recibió un aluvión de malas críticas, tanto de los críticos, como de la mayor parte del público y, sobre todo, los fans de la película original. Incluso la mayoría de los fans de Tim Burton la desprecian; de hecho, hasta el propio Burton reniega de ella.

La película fue tan machacada que, a pesar de su gran éxito financiero, la Fox no se atrevió a seguir adelante a la secuela que tenían preparada. Secuela que Burton se negó a dirigir, alegando que prefería estar muerto antes que volver a dirigir una película de simios, lo cual hizo que tampoco los actores quisieran repetir si no estaba Burton al frente.

¿Es tan mala esta película?

Como ya sabéis, yo no me dejo llevar por la opinión general que se tienen de las películas y analizo las películas según mi mas humilde opinión, sin tener en cuenta las demás; bueno, si las tengo en cuenta, pero no me dejo influenciar por ellas.

Según mi opinión, esta película es bastante mediocre, aunque no me parece mala del todo y creo que se la machacó en exceso.

El caso es que yo vi esta película en su día y tenía mucha fe en ella. La dirigía Tim Burton y los trailers e imágenes que había visto pintaban muy bien. Llegué a creer que hasta podría superar la película original. Todas mis expectativas se vinieron abajo cuando la vi, saliendo del cine con una gran frialdad, como de que había visto una película que no es mala, pero que no cumple las expectativas y resulta bastante mejorable.

Técnica y visualmente, la película es genial. Los efectos especiales son muy buenos y el diseño de producción está muy logrado. Aunque, lo que mas destaca es el maquillaje del gran Rick Baker, que crea unos simios espectaculares y de lo mas reales, llegando a hacerte creer que son simios auténticos. Si no hubiera tenido que competir con la primera entrega de El Señor de los Anillos, la película hubiera ganado sin duda el oscar al mejor maquillaje; categoría que el propio Baker inventó con la magnífica Un Hombre Lobo Americano en Londres (1981).

A nivel interpretativo, la película no está mal; aunque tampoco bien del todo. Los actores lo hacen generalmente bien, pero sus interpretaciones son frías y, en algunos casos –como el de Tim Roth –, están algo pasadas de rosca. Aunque esto no es culpa de los actores, sino de una dirección de actores bastande deficiente.

La película está bien dirigida, pero Burton está bastante ausente. De hecho, no parece que estés en una película suya hasta bien entrado el metraje y, aún así, tampoco se le nota mucho.

Lo peor de la película, sin duda, es el guión. La trama resulta de lo mas simplona y se queda a medias en todo. El ritmo no para de decaer y, en su parte central, la película se hace bastante aburrida. Sus diálogos son de los mas artificiales y, además, meten de por medio escenas cómicas que terminan siendo ridículas; como lo del mono con el acordeón que tiene un niño humano para recoger las monedas que le dan los transeuntes o la partida de cartas donde uno de los simios hace trampa con cartas escondidas en las mangas... de los píes.

Aunque, lo que mas me llama la atención es que aquí intentan ser algo mas fieles a la novela de Pierre Boulle en la que se basan este film y la película de 1968. Por ejemplo, aquí el protagonista llega a otro planeta y no a la Tierra y proviene del futuro y no del siglo XX. Además, al final el protagonista logra abandonar el planeta –aunque aquí no se lleva con él a la chica, la bellísima Estella Warrer; algo imperdonable –y llegar a la Tierra para encontrársela también gobernada por simios. Aunque este final es mas desquiciante, ya que en él aparece una estatua del general Thade en lugar del monumento a Abraham Lincoln en Whasington (DC) –¿como narices llegó allí? –.

Lo que me llama la atención es el por qué, esta vez, no fueron mas fieles y crearon el mundo de los simios como lo refleja la novela, donde los simios son totalmente civilizados, habitan grandes ciudades y visten con ropas como las nuestras. En la original no pudieron hacerlo por falta de medios, pero aquí si podrían haberlo hecho. En lugar de ello, se limitan a parecerse mas a la película original, a la que le hacen varios guiños, como los cameos de Charlton Heston –que aquí interpreta al padre de Thade –o Linda Harrison o el parecido que tienen las ruinas de CALIMA con la Estatua de la Libertad medio enterrada.

Ese es el gran problema de la película, podrían habernos ofrecido una versión mas fiel a la gran novela de Boulle, pero se limitaron a intentar repetir la película original; un completo error.

Resumiendo.

Como ya he dicho, la película no es mala del todo. Se deja ver y, aunque resulte aburrida en su parte central, el comienzo y el final –con esa espectacular batalla entre humanos y simios –resultan mas entretenidos.

Pero, vamos, es un film muy menor que ni de lejos llega a la maestría de la gran película de 1968, de la novela de Boulle, ni de la posterior El Origen del Planeta de los Simios, la cual le da mil vueltas.


Una película muy decepcionante, aunque no sea el gran bodrio que dicen que es.





6 de marzo de 2012

BATMAN Y ROBIN (1997)

















Para la cuarta entrega de Batman no hubo que esperar tanto como con las anteriores, ya que esta tardó dos años en llegar a los cines, en lugar de tres, que era lo habitual.


Después del enorme éxito de Batman Forever (1995), la Warner puso inmediatamente en marcha la nueva entrega y volvió a confiar en Joel Schumacher, a quién le concedió total libertad y un presupuesto de 125 millones de dólares.

Tim Burton no quiso participar esta vez como productor y, desde luego, al estudio se la soplaba que estuviera o no, ya que sus atenciones se centraban en Schumacher, quién no solo venía avalado por el éxito de la anterior entrega, ya que por aquella época era uno de los directores mas taquilleros de Hollywood, con éxitos como El Cliente (1994) o Tiempo de Matar (1996) también en su curriculum.


Así es explicable el por qué se le dejó manga ancha para perpetrar...



...EL ASESINATO CINEMATOGRAFICO DE BATMAN.



Así es como debería ser el título de este despropósito. Pero vayamos por partes.

En esta ocasión, Batman (George Clooney) y su nuevo compañero, Robin (Chris O´Donnell), se enfrentan a Mr. Freeze (Arnold Schwarzenegger), que es como se hace llamar el Dr. Victor Fries, un científico que, intentando curar a su esposa de una rara enfermedad, cayó a un tanque lleno de agua helada y se convirtió en una especie de ser helado incapaz de sobrevivir fuera de las temperaturas bajo cero. Mr. Freeze está robando diamantes, los cuales le son indispensables para la máquina que está construyendo para curar a su esposa y, también, para la armadura que le permite sobrevivir en espacios cálidos. Batman le persigue para detenerlo, pero también para que le ayude a salvar a Alfred (Michael Gough), quién está empezando a padecer la misma enfermedad de la esposa de Fries, el Síndrome de McGreggor, algo que él intenta ocultar sin éxito a Bruce, a Dick y a su sobrina, Barbara Wilson (Alicia Silverstone), que ha ido unos días a visitarle.


Por otra parte, llega a la ciudad Poison Ivy (Uma Thurman), identidad bajo la que se oculta la doctora Pamela Isley, una científica dedicada a la protección de las plantas que sufrió una transformación cuando su socio, el doctor Jason Woodrue (John Glover), intentó asesinarla en su laboratorio al descubrir esta sus planes de vender al mejor postor un suero que él había creado, ayudado por sus descubrimientos, capaz de convertir a los hombres en seres de fuerza descomunal. Pamela logró sobrevivir gracias a sus experimentos convirtiéndose en una mujer letal capaz de matar a alguien con el veneno de sus labios. Tras matar a Woodrue y apropiarse de su prototipo, Bane (Jeep Swenson), llega a Gotham City dispuesta a proteger a las plantas a toda costa; incluso acabando con la humanidad si es preciso.


En esta nueva entrega Batman volvía a cambiar de rostro. Val Kilmer, que no se llevó nada bien con Schumacher ni con otros miembros del reparto durante el rodaje de Batman Forever, no quiso repetir y, tras tantearse varios candidatos, fue elegido George Clooney, quién ya empezaba a tener una carrera ascendente en el cine tras triunfar en la Tv con la serie Urgencias. El estudio, que no quería estar cambiando de actor cada dos por tres en futuras entregas, decidió blindarlo haciéndole firmar un contrato para interpretar a Batman en tres películas, siendo esta la primera de ellas.



Como era ya habitual, se buscaron grandes estrellas para dar vida a los dos villanos principales y muchos nombres empezaron a sonar hasta que Arnold Scwarzenegger –quién, unos años antes, había sido rumoreado como Dr. Octopuss en la película de Spiderman cuando esta estaba en manos de James Cameron –fue elegido como Mr. Freeze y Uma Thurman como Poison Ivy.


Por lo demás, Alicia Silverston –una actriz bastante de moda en aquellos años –fue elegida como Batgirl mientras Chris O´Donnell, Michael Gough y Pat Hingle repetían como Robin, Alfred y Gordon, respectivamente.


La película levantó grandes expectativas antes de su estreno. Todo el mundo tenía la certeza de que iba a ser un gran éxito de taquilla; incluso los había que decían que su recaudación iba a superar a la del primer Batman de Burton. Eran tales las expectativas que había en torno al film que la Warner ya empezó a preparar una quinta entrega, Batman Triunphant, de nuevo con Schumacher como director.


Todas estas expectativas se esfumaron de golpe cuando la película se estrelló estrepitosamente en todo el mundo, recaudando 107 millones de dólares en EEUU y, aunque salvó los muebles recaudando 131 millones mas en el resto del mundo –haciendo un total de 238 millones de dólares –, sus resultados no sirvieron para justificar los 125 millones de dólares –sin contar lo que se gastaron después en publicidad, que fue mucho –invertidos en el film.


Claro, que el fracaso no solo fue a nivel de recaudación. La película fue machacada allá donde iba por público, crítica y cualquiera que pasara por ahí; incluso si hubiese vida en otros planetas también la pondrían a caer de un burro.


Y de como reaccionaron los fans comiqueros mejor no hablo. Tan solo diré que meterte en una convención de cómics con una careta de Joel Schumacher sería mas peligroso que pasearte por Irán sosteniendo una bandera de EEUU.


Cuando esta película se estrenó yo tenía 17 años, pero mi pasión por los cómics y los superheroes no había descendido nada. A diferencia de muchos de mis colegas, que ya empezaban a decir que todo este mundo de los cómics es solo para críos y que había que empezar a madurar e interesarse por cosas mas adultas y serias; sin embargo, luego babeaban en el cine con tonterías como La Salchicha Peleona y pasaban de mi cuando les proponía ir a ver películas como L.A. Confidential. Lo malo es que esta película casi les dio la razón.



El caso es que yo recuerdo que fui a ver esta película en su día con toda la ilusión del mundo. Como ya dije, flipé mucho con Batman Forever dos años antes y esperaba encontrarme algo similar, o mejor. Recuerdo que tenía tanta ilusión por ver esta película que fui la primera persona en llegar al cine, lo juro. Eso si, fui también la primera persona en abandonar la sala y si no me fui a la mitad fue por mis principios de no dejar nunca una película a medias en un cine.


Porque esto es...



...UNA PUTISIMA MIERDA.



Una película mala, mala, mala, mala, mala, mala, mala... y así podría seguir hasta el fin de los tiempos.

Todavía no entiendo que tenía Schumacher en la cabeza cuando perpetró semejante engendro. Él se justifica diciendo que es un homenaje a la serie de Tv de los años 60, pero yo creo que ni los que veían esa serie en aquella época se tragarían semejante bazofia.


El guión, escrito por Akiva Goldsman, es una completa porquería. El guión de Batman Forever no era muy bueno, pero tenía un pequeño pase; este, en cambio, es un insulto a la inteligencia de la raza humana. Una interminable sucesión de gilipolleces sin sentido, diálogos estúpidos, situaciones ridículas cada dos por tres y chistes que tienen de todo menos gracia.

Por si no abochornaron ya lo suficiente a Alfred con el chiste del bocadillo al principio de la anterior entrega, el chiste de las pizzas al principio de esta es ya para echarse a llorar. Claro, que Batma y Robin ya se lucen poco antes cuando este último le pide un coche como el suyo –el Batmóvil –y este le reprocha que por cosas como esa Superman trabaja solo.


Por aquella época estaba en pre-producción Superman Lives, la película sobre el hombre de acero que iba a dirigir Tim Burton con guión de Kevin Smith –la cual fue suspendida al año siguiente y el fracaso de esta película tuvo algo que ver –y creo que aquello fue un guiño a ese proyecto. Pero, de todas maneras, quedaba bastante ridículo aunque se hiciera mención a otro personaje del universo DC.


Pero, vamos, esto no es nada comparado con la cantidad de gilipolleces que pueblan todo el film. La que se lleva la palma es la escena en la que Batman y Robin, atontados por la poción de feromonas de Poison Ivy, comienzan a disputársela en una subasta y, cuando Robin le reprocha que no puede llevar mucho dinero encima, Batman saca entonces...






...LA BAT-TARJETA DE CREDITO; NUNCA SALGAS DE LA BATCUEVA SIN ELLA.



¡Con dos cojones, si señor! Y esto es obra del tipo que le quitó el oscar al mejor guión adaptado a la primera entrega de El Señor de los Anillos; no es de extrañar que estos premios estén en decadencia. Alguien que, por cierto, no contento con destrozar a Batman, un año después destrozó también la mítica serie Perdidos en el Espacio con una ridícula versión cinematográfica que casi se cargó la carrera del director Stephen Hopkins y terminó de un plumazo con las aspiraciones cinematográficas de Joey Triviani.

Y ya mejor no hablo de como es su adaptación de los cómics de Batman porque podría provocar un cataclismo mayor que el sufrió Gotham City. Tan solo hablaré de los personajes; aunque esto será mas adelante.


En fin, sigamos con este desastre al que se atreven a llamar película.


Ya he dicho que el guión es una mierda, pero el resto de la película hace que el estiércol huela a rosas. El diseño de producción es para dejar ciego a cualquiera con la mirada sensible. Los colorines y la luces de neón de la anterior entrega aquí se multiplican por mil y los decorados están acartonados a mas no poder. Además de que todo está tan recargado que daña la vista; vale que a Schumacher le guste meter estatuas en Gotham City, pero esa especie de Coloso de Rodas sobre el que está puesto el telescopio es ya pasarse un poco ¿no?




Hablaría también del diseño de Batmóvil, si en esta película hubiera uno, porque el vehículo de feria que conduce Batman aquí no creo que se le pueda llamar Batmóvil. Aunque esto no es nada comparado con los demás vehículos que se ven en el film, como esa furgoneta de carnaval de Mr. Freeze o los Bat-snowmobiles en los que Batman, Robin y Batgirl se desplazan cuando Mr. Freeze congela la ciudad.

Luego tenemos que, a pesar del abultado presupuesto, los efectos especiales y las escenas de acción son una puta mierda. Y no estoy exagerando.


En Batman Forever, al menos, las escenas de acción estaban bien rodadas y los efectos especiales estaban a la altura. Aquí, en cambio, las escenas de acción son cutres a mas no poder y mas dignas de una película de serie Z. La pelea con los patinadores de hielo en el museo es para echarse a llorar; aunque las otras no se quedan atrás.

Y los efectos especiales, tres cuartos de lo mismo. Tan cutres y tan mal hechos que hasta dañan la vista. Lo de la furgoneta de juguete en la que huye Mr.Freeze por el Coloso de Rodas ese dan hasta ganas de arrancarse los ojos; y luego está el maniquí con forma de Mr. Freeze que atrapa Batman poco después que es ya para morirse.


Como ya dije al principio, Batman volvía a cambiar de rostro y, desde luego, no volvieron a estar muy acertados. Puede que George Clooney mejore a Val Kilmer pero, desde luego, no resulta un buen Batman y, mucho menos, un buen Bruce Wayne. Encima nos lo enfundan en un traje brillante y tan estrecho que parece que se va a romper en cualquier momento y, esta vez, los dichosos pezones se notan mucho. De hecho, generaron hasta polémica y se llegó a hablar mas de ellos que de la película en si.

Luego tenemos otra vez al carapán de Chris O´Donnell como Robin en un traje mas estrecho aún y también con pezones bien visibles cuyo diseño se aleja mucho del Robin clásico y se acerca mas a Nightwing (Ala Nocturna). Se ve que ya estaban preparando al personaje para que, en la siguiente entrega, abandonara la tutela de Batman y dejara de ser Robin para volar en solitario.


Después está Alicia Silverstone como Batgirl. No es la actriz que yo hubiera elegido para este personaje, pero da el pego. Hubo cierta polémica también aquí porque se decía que estaba demasiado gorda para el papel, pero a mi no me da en ningún momento esa sensación. Creo que esto viene a que a ella también le pusieron un traje muy apretado y puede que eso le diera a algunos esa impresión.


El problema de Batgirl vuelve a ser el personaje. Para empezar, le dan un nuevo origen. En lugar de ser la hija adoptada del Comisario Gordon, aquí la convierten en la sobrina de Alfred, volviendo a pasarse los cómics por el forro de los cojones. Encima, la tía va de feminista y sindicalista, como si fuera la hermana guapa de Leire Pajín. Y luego se las da de rebelde robando motos y participando en carreras ilegales; por cierto, la carrera de motos que sale en el film está rodada de forma que da pena, con cámaras fijas repartidas por toda la pista que en ningún momento dan la impresión trepidante que una escena así necesita.



Por su parte, Alfred y Gordon están en la misma linea que las anteriores entregas.

Luego está la modelo y actriz Elle McPherson que, aunque interpreta a un personaje de los cómics, Julie Madison, en la película está, practicamente, metida con calzador sin tan siquiera adquirir la categoría de florero, ya que para eso necesitaría salir mas en la película de lo que sale –un par de escenas, una de ellas con diálogo, y poco mas –. Claro, que en vista de como resultó la película al final, seguro que ella debe estar dando gracias de salir tan poco.


En cuanto a los villanos, no discutiré la elección de los actores porque aquí eso ya importa poco en vista de como están tratados los personajes.


Comenzando por Mr. Freeze, que aquí le ponen una armadura llena de lucecitas que a penas se asemeja a la que lleva en los cómics y, encima, le hacen ponerse a hacer el gilipollas cada dos por tres. Recuerdo con guasa lo de que Schumacher quería homenajear a la serie de los 60, porque me acuerdo un capítulo de esa serie en la que el personaje tenía una guarida helada donde activaba compartimentos cálidos para sus secuaces, que no aguantaban el frío tanto como él. Aquí, en cambio, el tipo tiene a sus secuaces –incluyendo a la sensual Vivica A. Fox –muertos de frío y suplicando que instale calefacción mientras él ve un programa infantil en la Tv vestido con una bata de purpurina plateada y zapatillas de peluche.



CASI ME MUERO DE VERGÜENZA AJENA CUANDO VI AQUELLO



Luego está Poison Ivy, con una Uma Thurman que intenta ser sensual y provocadora en todo momento sin conseguirlo. Y no por culpa de ella, sino de una larga sucesión de posturas ridículas y del disfraz de carnaval que le ponen que le hace parecer de todo menos sexy. Normal que necesite de la poción de feromonas para atraer a los hombres.

Y, por si no hubieran quedado contentos con destrozar a dos famosos enemigos de Batman, también se atrevieron a hacer lo propio con Bane, interpretado aquí por el luchador Jeep Swenson, quién murió ese mismo año; no por ver la película, sino a causa de un paro cardíaco provocado por el consumo de esteroides.


El personaje que en los cómics hace sucumbir a Batman rompiéndole la espalda y se hace con el control de Gotham City, un tipo que, además de ser una enorme masa de músculos, es también de lo mas inteligente –capaz de leerse montañas libros –, aquí nos lo convierten en un simple matón subnormal que, encima, es de color verde –¿querían meter su propio Hulk en la película? –y luego, al final, vemos como Robin y Batgirl lo derrotan fácilmente quitándole el tuvo que le administra el suero que le hace ser fuerte –que aquí no es venom, sino otra cosa –con una simple patadita.


Menos mal que el personaje ha sido recuperado por Christopher Nolan para su tercer Batman con el actor Tom Hardy para interpretalo y, seguramente, esta vez tendrá el trato que se merece.

Podría tirarme meses hablando mal de este montón de mierda, pero vamos resumiendo ya.

Una película mala, espantosa, nefasta, ridícula a mas no poder... Un completo insulto, tanto a los seguidores del hombre murciélago como a cualquiera con dos dedos de frente. Un engendro que destroza por completo a Batman y a todo su universo con un espectáculo mas propio de los carnavales de pueblo que de un film de superheroes. Batman Forever se podía ver si no te la tomabas en serio; esta, sin embargo, no funciona ni como parodia, porque tiene menos gracia que un maratón de monólogos de Jaimito Borromeo.



Desde luego, lo que hizo Schumacher aquí no tiene perdón alguno. Después de esto es normal que la Warner le quitara todos los privilegios y no le dejaran hacer la quinta entrega y, desde luego, acercarse ni de lejos a nada relacionado con el hombre murciélago.
El tipo mató a Batman cinematográficamente y el personaje estuvo ocho años muerto en el cine.

Claro, que no seamos injustos y dejemos que él cargue con todas las hostias. También merecen hostias por igual el guionista
Akiva Goldsman por escribir esa mierda de guión que no sirve ni como papel higiénico, el productor Peter Macgregor-Scott, mas interesado en el merchandising que en evitar que Schumacher se desmadrara, y la propia Warner por daz luz verde a semejante bodrio y no atar en corto al director.


Una película que jamás debió haber existido.