24 de junio de 2013

MAN OF STEEL (2013)










  











35 años después de que Richard Donner llevara al cine a Superman en un film protagonizado por Christopher Reeve que es ya todo un clásico, llega la película que amenaza seriamente con desbancarla como la mejor película de Superman de la historia. Y viene, nada menos, que de la mano de Christopher Nolan, quién ya destronó a Tim Burton en la saga Batman. Aunque, esta vez, viene solo como productor e inspirador argumental, ya que le ha cedido la dirección a otro. Y no a otro cualquiera, sino otro peso pesado del cine actual: Zack Snyder.

La pregunta es: ¿Lo han conseguido?

Pues eso es de lo que voy a hablar a continuación.

Cuando el planeta Krypton está a punto de extinguirse a causa de la sobreexplotación de los recursos naturales y estalla una revuelta encabezada por el General Zod (Michael Shannon), líder militar del planeta, Jor-El (Russell Crowe), el principal científico kryptoniano, decide enviar a la Tierra a su hijo, Kal-El, concebido de forma natural junto a su esposa, Lara Lor-Van (Ayelet Zurer), algo que no ha ocurrido en Krypton desde hacía siglos. Junto con el bebé envía también el códice que contiene el secreto de la raza kryptoniana, del cual quiere apoderarse Zod quién, al no conseguirlo, asesina a Jor-El. No obstante, su revuelta es aplastada y él es sentenciado a la Zona Fantasma junto con sus seguidores. Poco después, Krypton es destruido muriendo Lara, quién practicamente se suicida al no intentar escapar ni buscar refugio. Tras aterrizar en la Tierra, Kal-El es recogido por los Kent, Jonathan (Kevin Costner) y Martha (Diane Lane), un matrimonio de granjeros que lo adoptan bajo el nombre de Clark Kent.

Años después, Clark (Henry Cavill) ha crecido educado por sus padres adoptivos, quienes le han enseñado a controlar sus habilidades sobrehumanas y a ser mejor persona; aunque esto no evita que se sienta fuera de lugar y se frustre al no poder utilizar sus poderes para ayudar a la gente. Tras la muerte de Jonathan, Clark ha vagado por el mundo intentando buscar la razón de que fuera enviado a la Tierra. La localización de una nave kryptoniana en la zona canadiense del Ártico le pondrá al corriente de sus orígenes y de cual es su cometido: ayudar a la raza humana a no cometer los mismos errores que en Krypton. También le brinda su primer encuentro con Lois Lane (Amy Adams), una tenaz periodista que, tras ser salvada por él y luego desaparecer, empieza a investigar para tratar de encontrarle. Mientras, una misteriosa nave llega a la Tierra. Se trata de Zod, quién logró escapar de la Zona Fantasma y lanza un mensaje a los humanos para que le entreguen a Kal-El o destruirá la Tierra.



Antes de meterme de lleno en el análisis de la película, voy a hablar un poco de los antecedentes.

Como ya dije en su correspondiente entrada, Superman Returns (Bryan Singer, 2006) levantó una expectativas enormes antes de su estreno. Tantas que la Warner llegó a poner en marcha una secuela; y hasta se habló de un proyecto de mezclar a Superman con Batman en una película conjunta dirigida por Singer y Nolan. Esto último solo quedó en un rumor, mientras que la secuela se iba a llamar Superman: Man of Steel, iba a volver a estar dirigida por Bryan Singer y contar con los mismos protagonistas y tenía previsto estrenarse en 2009.

Pero las cosas no salieron como estaban previstas. Superman Returns se estrenó y resultó una tremenda decepción que, aunque no fue del todo un fracaso comercial, no consiguió ni de lejos la recaudación que se esperaba. Aún así, se siguió adelante con la secuela.

Para calmar a las hordas de fans cabreados que pedían a gritos su cabeza, Singer prometió que Superman: Man of Steel iba a ser mucho mas espectacular y entretenida, con villanos como Brainiac y Bizzaro y una historia mucho mas ambiciosa. Incluso comparó Superman Returns con Star Trek: La Película (Robert Wise, 1979) afirmando que Superman: Man of Steel iba a ser como Star Trek II: La Ira de Khan (Nicholas Meyer, 1982). Pero esto no sirvió para que le devolvieran la confianza.

Después, para empeorar las cosas, los guionistas Michael Dougherty y Dan Harris, en quienes se había vuelto a confiar la escritura del guión, abandonaron el proyecto y esto obligó a buscar nuevos guionistas. Sin embargo, se encontraron con la huelga de guionistas que hubo a finales de 2007 antes de que pudieran cubrir estas bajas y la producción fue paralizada. En un principio, iba a ser algo temporal, pero ya no se volvería a saber nada mas de este proyecto.

Y es que la Warner había perdido el interés en continuar con esta secuela y había decidido hacer algo que ya les había dado muy buenos resultados con Batman: reiniciar la franquicia.

Durante 2008, varios guionistas de cómics como Grant Morrison, Geoff Johns, Brad Meltzer o Mark Millar expusieron sus ideas para una posible película. Morrison tenía una idea inspirada en los cómics All-star Superman mezclandola con el cómic Superman: Birthright, mientras que Millar tenía en mente una trilogía tan épica como El Señor de los Anillos o El Padrino que él iba a escribir y apadrinar mientras había pensado en Matthew Vaughn para dirigirla.

No obstante, ninguna de estas historias lograba salir adelante y el proyecto se le empezaba a ir de las manos a la Warner. La cosa empeoró en 2009 cuando una sentencia judicial decretó que, de no haber una película en producción en el año 2011, se exponían a una demanda por parte de los familiares de Joe Shuster y Jerry Siegel, creadores del personaje, lo que puso al estudio contra la espada y la pared.

Fue entonces cuando David S. Goyer, quién se encontraba por entonces trabajando junto a Christopher Nolan en la tercera entrega de Batman, la futura The Dark Knight Rises (2012), le presentó al estudio una idea que había estado desarrollando junto con Nolan para una posible película de Superman. La idea gustó a los ejecutivos quienes, además, tenían mucha confianza en Nolan tras el enorme éxito de The Dark Knight (2008), por lo que, en febrero de 2010, cuando se hizo pública la puesta en marcha de la tercera película de Batman, se anunció la puesta en marcha también de la nueva película de Superman, cuyo estreno se fijó inicialmente para diciembre de 2012 –luego se retrasaría hasta junio de 2013 –y se recuperó para ella el título de Superman: Man of Steel –aunque, luego se le quitaría el Superman del título, quedando solo Man of Steel –.


El nuevo proyecto contaría con guión de Goyer sobre la historia que él mismo había ideado junto a Nolan, quién se encargaría de producir y apadrinar la película, quedando solo por saber quién se encargaría de la dirección. Guillermo del Toro fue el primer elegido, pero este rechazó el proyecto en favor de su añorada adaptación de En las Montañas de la Locura, de H. P. Lovecraft –la cual al final no se hizo –. Otros directores tanteados fueron Robert Zemeckis y Chris Columbus hasta que, finalmente, se hizo una lista con posibles directores de la que quedaron dos firmes candidatos: Darren Aronofsky y Zack Snyder.

Zack Snyder resultó ser el vencedor, siendo fichado en octubre de 2010. Así se dio el pistoletazo de salida para la película que ahora nos ocupa, la cual se estrenó en España el pasado viernes y en EEUU una semana antes.

En taquilla no le está yendo nada mal. Aunque este fin de semana ha perdido el primer puesto y bajado al tercero a causa de los estrenos de Monsters University y World War Z –lo que ha hecho que muchos “listos” ya empiecen a hablar de fracaso –, la película, que ha costado 225 millones de dólares, ya lleva recaudados 210 millones solo en EEUU y 188 millones mas en el resto del mundo, con lo que la película lleva recaudados hasta ahora 398 millones de dólares. Es posible que no haga las cifras estratosféricas que hicieron los The Dark Knight de Nolan o Los Vengadores, pero no hay duda de que será un éxito. De hecho, ya tiene la secuela asegurada de nuevo con Snyder en la dirección y Goyer en el guión –de Nolan no dicen nada, pero seguro que tendrá implicación –y es mas que probable que veamos esa anunciada película de la Liga de la Justicia que irá vinculada con este film.

Sobre como está siendo recibida, se está dando el caso de Superman Returns, pero al revés. Aquí el público la está recibiendo con gran entusiasmo mientras que la crítica la está pulverizando?

¿Y que opino yo de esta película? Pues a eso vamos ahora mismo.

Como ya he dicho muchas veces, yo no soy muy fan de Superman. No es que no me guste, conozco muy bien al personaje y he leído muchos cómics suyos. También reconozco la importancia que tiene en la cultura popular y que es el principal referente para los comiqueros. No obstante, lo que mas me interesa de él son sus películas cuando hay alguien competente detrás.

Desde la ya clásica Superman (Richard Donner, 1978), las siguientes entregas fueron en descenso; especialmente, Superman IV: En Busca de la Paz (Sidney J. Furie, 1987), donde la cosa fue ya en caída libre. Después llegó Superman Returns, que debía haber resucitado la franquicia pero, en lugar de eso, la enterró aún mas en el abismo.

Y ahora llega esta Man of Steel, la cual me ha levantado unas expectativas enormes; mas bien GIGANTESCAS. Y todo por el trío de genios que tiene detrás ocupando los cargos de director, productor y guionistas en los que deposité todas mis esperanzas de encontrarme con una película de Superman como la que llevaba años esperando.



Es cierto que en 2006 también me hice unas muchas expectativas que luego se derrumbaron como una castillo de naipes. Pero aquí tenía mucha mas fe en que, esta vez, si se vieran cumplidas.

Y, desde luego, no me he equivocado, porque la película ME HA ENCANTADO.

Para mi ha sido una película excelente, magnífica, sobresaliente.



UN PELICULÓN



He disfrutado enormemente en el cine las mas de dos horas que ha durado el film –las cuales en ningún momento se me han hecho largas ni, mucho menos, aburridas –y he salido del cine con una gran sensación de satisfacción y unas ganas enormes de meterme de nuevo en la sala de cabeza para poder disfrutarla otra vez. De hecho, ya estoy deseando verla de nuevo.

Aunque, hay una pequeña pega que le encuentro: y es que la película no me ha sorprendido. Sin embargo, esto no ha sido culpa de la película, sino mía.

Me explico.

Ha sido tanta la confianza que he depositado en el trío Snyder-Nolan-Goyer de que me ofrecieran una gran película que la única sorpresa que me hubiera podido llevar es que me hubieran decepcionado. Ocurre como con The Dark Knight, la cual me encantó pero no me llevé la misma sensación de sorpresa como con Batman Begins (2005), porque con aquella no sabía lo que iba a encontrarme y no sabía si Nolan iba a estar a la altura; todo lo contrario que con The Dark Knight, donde ya tenía mucha mas fe en Nolan y, aunque todavía quedaba el temor a que en la secuela no estuviera tan acertado como en la primera, tenía unas expectativas muy altas puestas en él y en esa secuela con el Joker que se vieron rápidamente cumplidas.

Pues lo mismo ha ocurrido con esta película que, aunque no sea ninguna secuela, el talento de sus creadores era mas que suficiente para mi.

Y es que Snyder y Nolan son dos cineastas excelentes, de los mejores que hay en el cine actual. He visto todas su películas y todas me han encantado y, hasta ahora, ninguno de los dos me han decepcionado. No descarto que me decepcionen en un futuro, ya que sus respectivas filmografías son todavía muy cortas y aún les queda a los dos mucha carrera por delante. Pero, de momento, ninguno de los dos me ha defraudado.

Para mi son dos cineastas buenos de verdad, con verdadero talento, nada que ver con estos directores sobrevalorados por la crítica y sus lameculos, quienes los ponen por las nubes y los tachan de genios solo por el hecho de hacer cine de autor. Y ya que hablamos de la crítica, el hecho de que esté machacando esta gran película mientras que a la nefasta Superman Returns la pusiera por las nubes solo me hace ver que mi poca fe en esta gente y su criterio está mas que justificada.

Ya se que cansineo mucho con este tema, pero vuelvo a recordar cuando en su día esta gente despreció a alguien como Alfred Hitchcock; que si no es por François Truffaut, a saber si hubiera pasado a la historia como el gran cineasta que fue.

Y no me olvido de David S. Goyer, al que considero un estupendo guionista –aunque, como director todavía deja mucho que desear; por suerte, aquí solo se ha limitado al guión –y cuyos enormes conocimientos sobre cómics le vinieron muy bien a Nolan para no cagarla con Batman de una forma parecida a como lo hizo Ang Lee con Hulk en 2003.



Y aquí no hay duda de que ha hecho su mejor trabajo, con un estupendo guión muy bien edificado sobre un muy logrado argumento –obra de él y de Nolan, como ya he dicho –, con un excelente tratamiento de los personajes y la historia y un notable equilibrio entre espectacularidad y dramatismo.

Sin duda, un trabajo sobresaliente a nivel de guión que le ha servido muy bien a Snyder para construir una película estupenda, aportando su muy característico estilo visual –tachado de videoclipero por mucho ignorante que se las da de listo –, pero también su buen gusto en la puesta en escena, su muy eficaz manejo de los efectos especiales y las escenas de acción y su buena mano con los actores gracias, especialmente, a una dirección de actores soberbia.

Todo ello bajo la atenta supervisión de Nolan quién, aunque no para de afirmar que a penas intervino en la película y que todo el mérito es de Snyder y Goyer –siempre ha sido un tipo muy modesto; otra característica de él que me gusta mucho, ya que me hartan los directores egocéntricos –, se nota mucho su mano en toda la película; especialmente, en la primera mitad de esta.

Visualmente, la película es fascinante. El diseño de producción es excelente y los efectos especiales están de lo mas logrados; aunque hay un cierto abuso bastante grande del CGI, todo hay que decirlo.

Luego, sin dejar en ningún momento de lado el dramatismo, la historia y los personajes, la película tiene acción y espectacularidad por un tuvo; ya en ese brutal comienzo en Krypton hay el doble de acción que en Superman Returns. Y luego nos deleitan con escenas tan impresionantes como el rescate en la plataforma petrolífera, la espectacular batalla en Smallville, la devastación de Metropolis –muy criticado por la muerte de muchos inocentes, algo que yo no entiendo, la verdad –o, sobre todo, la brutal pelea final entre Superman y el General Zod.

Después está el tema del reparto, por lo que la película recibe un nuevo 10 en la larga lista de dieces que está cosechando.

Desde luego, Henry Cavill ha sido una excelente elección. A parte de que el tipo encaja muy bien físicamente en el personaje, su interpretación es genial. El tipo derrocha carisma todo el tiempo y consigue que el personaje no le venga grande, estando a la altura en todo momento. Además, me gusta mucho el traje que le han puesto. Ya era hora de ver a un Superman cinematográfico que no esté vestido con un pijama, sino con un traje de material elástico muy ceñido que marque mucho sus músculos; igual que en los cómics. Desde luego, el traje me ha gustado mucho, y me da absolutamente igual que no esté hecho de un tejido liso, que el azul sea muy oscuro, que no lleve los famosos calzoncillos rojos –algo que agradezco, porque siempre los encontré ridículos –o que no lleve el símbolo en la capa –otra cosa que también agradezco, ya que nunca entendí porque le ponían también el símbolo en la capa cuando ya lo lleva en el pecho –.

Admito que nunca hubiera pensado en Amy Adams para dar vida a Lois Lane, ya que por su apariencia dulce la veía mas para otros personajes, como Lana Lang. Sin embargo, confié siempre en su elección porque, ante todo, es una excelente actriz y sabía que estaría a la altura del personaje. Y, desde luego, no me equivoqué, porque la chica está fantástica. Su interpretación es brillante y capta en todo momento la fuerza y personalidad del personaje; además de que, por fin, alguien logra darle el toque sexy que tanto he echado de menos en el cine. Porque, como ya dije cuando analicé la película de Richard Donner, Lois Lane es, ante todo, un personaje sexy, muy sexy, y esto no habían logrado plasmarlo en las películas hasta ahora, ya que Margot Kidder le dio una imagen mas dicharachera y Kate Bosworth una imagen demasiado conservadora –hasta era madre y todo –; para ver a una Lois Lane sexy había que recurrir a la Tv, donde teníamos dos buenos ejemplos con Teri Hatcher y Erica Durance en las series Lois y Clark y Smallville, respectivamente. Pero todo eso ha cambiado con Adams, quién logra estar sexy hasta vestida con el mono militar.



Michael Shannon está excelente como General Zod. Desde luego, no pudieron escoger mejor villano principal para la película; enigmático, amenazador, pero también muy carismático y con cierto encanto. Y, desde luego, no voy a hacer ninguna comparación con el otro General Zod al que dio vida un gran actor como Terence Stamp en Superman y en Superman II (Richard Lester, 1980), porque los dos son muy diferentes; aunque si diré que el General Zod de Shannon me recuerda mas al de los cómics.

Russell Crowe es un actor que siempre me ha encantado desde que lo conocí en la magnífica L. A. Confidential (Curtis Hanson, 1997) y adoro sus interpretaciones en todas y cada una de sus películas que hace; incluso cuando estas no son muy buenas –véase el caso de Un Buen Año (Ridley Scott, 2006) –. Y aquí, desde luego, está excelente como Jor-El; encima, un Jor-El que adquiere mas protagonismo con respecto a anteriores películas, teniendo escenas de acción y todo. También es un Jor-El muy diferente al interpretado por Marlon Brando, por lo que tampoco quiero hacer comparaciones.

Y lo mismo digo de Lara Lor-Van, interpretada aquí por una Ayelet Zurer –la compañera de Tom Hanks en Ángeles y Demonios (Ron Howard, 2009) –que logra estar a la altura en todo momento. Aunque su trabajo queda muy empequeñecido si lo comparamos con el de la otra madre del superheroe, Diane Lane, una magnífica actriz que siempre me fascina y que está fantástica en todo momento y se come la pantalla cada vez que aparece.

Y en cuanto a Kevin Costner, aquí vuelve a dar lo mejor de él, haciendo uno de sus mejores trabajos, de los que no habíamos visto en los últimos años desde que su carrera empezó a decaer. Además, parece que no ha gafado la película, ya que está haciendo una buena taquilla.

En general, los actores hacen un notable trabajo.

En cuanto a la banda sonora, obra de Hans Zimmer, es otro gran acierto de la película que encaja muy bien en su tono épico. Ante las inevitables comparaciones con el inmortal tema de John Williams pues, la verdad, aquí tampoco quiero mojarme. Pero si diré una cosa: durante toda la película en ningún momento eché de menos la melodía de Williams, la cual no se me pasó por la cabeza en ningún momento; prueba de que esta nueva banda sonora funciona muy bien.

¿Puntos negativos que le encuentro al film?

A parte del ya mencionado abuso que hacen del ordenador –aunque esto a penas lastra la película –y de la pérdida del efecto sorpresa por mi parte, también está el hecho de que a la película le falta metraje. No hay duda de que fue concebida como una película de mucha mas duración –se dice que el primer montaje dura mas de tres horas –. Y esto, claro está, hace que algunos personajes o subtramas queden un poco desaprovechados; algo que ya le ocurrió a Snyder en la también excelente Watchmen (2009).

Un buen ejemplo es el Perry White interpretado por Laurence Fishburne, quién también hace un estupendo trabajo –aunque rechine que nos vuelvan a meter un actor negro para interpretar un personaje que siempre ha sido blanco –; no obstante, el tipo tiene tiempo de lucirse en un momento heroico y lo mas seguro es que tenga mucha mas presencia en la anunciada secuela. También la ciudad de Metropolis no aparece en pantalla tanto como debería antes de saltar por los aires; lo mismo que la redacción del Daily Planet.

No hay duda de que la película ganará mucho cuando salga una versión extendida con mas metraje. Pero, de todas maneras, el resultado final ya es de por si muy bueno.

Otro punto negativo –si se le puede llamar así –es que, a gustos personales, la encuentro algo inferior a las películas de Batman de Nolan; al menos de las dos primeras. Claro, que esto puede deberse a que siempre me ha gustado mas Batman que Superman porque, recuerdo que esto es totalmente a gusto personal.

Bueno, todo este análisis está hecho a gusto personal.

Y a gusto personal digo claramente que la película me ha encantado y me ha hecho disfrutar enormemente desde que empieza hasta que termina sin aburrirme en ningún momento y dejándome con muchos deseos de verla otra vez y muchas mas veces mas. Para mi ha sido una película excelente; una obra maestra me atrevería a decir.



Sin duda, es la película del año –a menos que alguna la destrone, cosa que dudo mucho –. Sin duda, la película que esperaba encontrarme en 2006, con un superheroe tan poderoso enfrentado a enemigos también muy poderosos que le ponen las cosas difíciles cuyo enfrentamiento con ellos provoca una gigantesca ola de destrucción a su alrededor; pero todo, eso si, con una buena historia y un solido guión de fondo, además de unos personajes muy carismáticos.

Sobre si es mejor que la película de Richard Donner –solo la comparo con esa, porque a todas las demás películas las supera con creces –, pues para mi si lo es. La cinta de Donner también me parece una gran película, que conste, pero para mi esta la supera sin ninguna duda. Ya pueden decir misa los fanáticos del film de Donner o los anti-Nolan de turno, que a mi no me van a hacer cambiar de opinión.

Lo mismo que los críticos que, desde luego, no se que será para ellos una buena película. Porque para mi, a parte de un buen guión, una buena dirección y unas buenas interpretaciones –de lo que esta película tiene de sobra –, una buena película es esa que te tiene todo el tiempo pendiente de la pantalla y hace que no te aburras lo mas mínimo aunque su duración sea muy larga. No una petardada que hace bostezar todo el tiempo y te da unas enormes ganas de dormirte mientras ves como se han gastado un dineral para no contar practicamente nada.

Bueno, ya no me enrollo mas.

La película es estupenda. El trío Snyder-Nolan-Goyer ha acertado de lleno ofreciéndonos un Superman completamente renovado y tomando mas como referente los cómics que las películas anteriores.


Desde luego, la gran fe y las enormes expectativas que tenía puestas en ellas han sido de sobras recompensadas.













15 de junio de 2013

SUPERMAN RETURNS (2006)




















Después de aquel desastre que fue Superman IV: En Busca de la Paz yo pensaba que no se podía hacer algo peor que aquello. Una gran equivocación, porque la película que nos ocupa ahora demuestra que, aún contando con mas dinero, mas medios y un director muy bueno gozando de total libertad, se puede hacer una cagada todavía mayor.

Pero vayamos por partes.

Cinco años después de que se fuera al espacio a inspeccionar unos restos de su planeta natal, Krypton, Superman (Brandon Routh) regresa a la Tierra encontrándose con muchos cambios. Uno de ellos tiene que ver con su gran amor, Lois Lane (Kate Bosworth), quién ha rehecho su vida con Richard White (James Marsden), el sobrino de Perry White (Frank Langella), con quién tiene un hijo llamado Jason (Tristan Lake Leabu). Además, ella ha publicado un artículo de mucho éxito que hasta le ha valido el Pulizzer donde explica que el mundo no necesita a Superman. Esto le hará tener que recuperar su lugar en el mundo, como Superman y como Clark Kent. Mientras, Lex Luthor (Kevin Spacy), que salió de la cárcel gracias a que Superman no estaba en la Tierra para testificar contra él en un juicio, ha logrado heredar una gran fortuna de una anciana multimillonaria y se dirige hacia la Fortaleza de la Soledad en el Polo Norte, donde roba los cristales que guardan el secreto de la tecnología de Krypton, los cuales piensa utilizar para conseguir su propio país y tener de una vez su propia tierra.

Antes de empezar a analizar la película, pongámonos en antecedentes.

Tras el fracaso de Superman IV: En Busca de la Paz (Sidney J. Furie, 1987), la Cannon no solo no pudo hacer esa quinta entrega que tenían planeada con el chapucero Albert Pyun como director –salían de Guatemala para meterse en Guatepeor –, sino que también perdieron los derechos de Superman, los cuales regresaron a Alexander Salkind y su hija Ilya Salkind. Estos quisieron seguir adelante con la quinta entrega, la cual pusieron el título provisional de Superman: The New Movie. Pero la cosa no salió adelante; especialmente, porque ni Christopher Reeve ni ningún otro miembro del reparto original quería ya participar y, esta vez, no pensaban dejarse engañar otra vez.


Superman quedó unos años en el olvido hasta que a principios de los 90 volvió a resurgir gracias, especialmente, al éxito del cómic La Muerte de Superman (1992), el cual marcaría los siguientes proyectos cinematográficos del hombre de acero.

En 1993, la Warner compró los derechos a los Salkind y pusieron en marcha su propio proyecto, poniendo al frente al productor Jon Peters, que ya había producido para ellos las películas de Batman de Tim Burton: Batman (1989) y Batman Vuelve (1992).

El primer proyecto que se puso en marcha fue Superman Reborn, el cual contaba con un guión de Jonathan Lemkin cuya historia contaba como Superman moría a manos de Doomsday pero, antes, había concebido un hijo con Lois Lane, el cual nace y se convierte en Superman renacido. Pero a la Warner no le convencía esta historia y ordenó a Gregory Poirier que lo reescribiera. Sin embargo, ninguna de las muchas reescrituras que sufrió el guión gustó al estudio y este terminó por desechar este guión y escoger otro.

El elegido era un guión titulado Superman Lives, que Kevin Smith escribió en el verano de 1996 y que tenía como villanos a Lex Luthor, Brainiac y Doomsday y también se centraba en la muerte y posterior resurrección de Superman. El guión gustó al estudio, que puso en marcha el proyecto en 1997. Como director fue elegido Tim Burton y el actor que iba a dar vida al hombre de acero era Nicolas Cage, quién acogió el papel con gran entusiasmo ya que es un gran fan del personaje; hasta el punto de que a uno de sus hijos le puso como nombre Kal-El.

No obstante, después de varios meses de pre-producción, la Warner canceló el proyecto en abril de 1998. La razón oficial fue que el estudio, con el fracaso de Batman y Robin (Joel Schumacher, 1997) aún en el cuerpo, veía que el presupuesto de 190 millones que iba a tener la película era demasiado para un film que iba a resultar demasiado oscuro y mas cercano a las películas de Batman que había dirigido Burton –especialmente, Batman Vuelve –que a las películas protagonizadas por Christopher Reeve.

No obstante, hay otras razones. Una de las mas sonadas fue la mala relación entre Burton y Smith, ya que al director de Eduardo Manostijeras no le terminó de convencer aquel guión y no paraba de reescribirlo, provocando elenfado y la salida de Smith del proyecto; además de una enemistad entre ambos cineastas que aún hoy perdura. Otra de las razones fue las continuas injerencias de Jon Peters –el peluquero de Barbra Streisand metido a productor de cine –, quién no paraba de sugerir chorradas para la película, como que Superman no llevara capa y no pudiera volar, que Brainicac tuviera un robot gay de ayudante –no es coña, lo juro –o que se incluyera un araña gigante; el tipo estaba emperrado en meter una araña gigante en sus proyectos, algo que consiguió en Wild Wild West (Barry Sonnenfeld, 1999).


Tras la cancelación de Superman Lives, el hombre de acero estuvo unos años en estado comatoso sin ningún proyecto en el horizonte; aunque estuvo cerca de verse las caras en la pantalla grande con Batman en un proyecto que iba a dirigir Wolfgang Petersen con guión de Andrew Kevin Walker que también fue cancelado.

Sin embargo, la cosa cambió en julio de 2002, cuando los éxitos de Blade (Stephen Norrington, 1998), X-Men (Bryan Singer, 2000) y, sobre todo, Spiderman (Sam Raimi, 2002) pusieron de nuevo de moda las adaptaciones de cómic.

Por esa época la Warner puso en marcha un nuevo proyecto titulado Superman: Flyby que contaba con un guión escrito por J. J. Abrams, quién también tenía pensado dirigir el film. Sin embargo, este todavía no era el director de Star Trek (2009) o Super 8 (2011) y el estudio buscó a otro como director. El elegido fue Brett Ratner pero, tras varios meses trabajando en la pre-producción del film, abandonó el proyecto cuando la Warner se negó a concederle los 400 millones de dólares que pedía de presupuesto para que la película fuera tan espectacular como el guión de Abrams.

Su sustituto fue McG, quién también trabajó varios meses en la pre-producción de la película, pero también abandonó el proyecto cuando la Warner se empeñó en rodar la película en Australia para abaratar costes, lo cual supondría al director, que tiene pánico a volar, a terner que viajar en avión.

Tras este segundo abandono, Ratner regresó a la dirección y la cosa pareció volver a tomar vuelo. Sin embargo, el proyecto no conseguía arrancar de una vez y ninguno de los implicados parecía saber como sacarlo adelante y el director terminó por irse otra vez.

La cosa cambió tras un cambio de directiva en la Warner y se decidió coger el toro por los cuernos. Bryan Singer, director de X-Men y su secuela, X2 (2003), fue fichado en julio de 2004 para hacerse cargo del proyecto como director y productor. Esto supuso el no poder dirigir la tercera entrega de la franquicia mutante, X-Men: La Decisión Final (2006); la cual, paradógicamente, terminó en manos de Ratner.

Nada mas llegar, Singer se trajo a muchos de su equipo habitual y empezó a hacer cambios. Rechazó el guión de Abrams y tiró a la basura todo lo hecho hasta entonces e ideó un proyecto completamente diferente que no sería ningún reinicio, sino una continuación directa de Superman (Richard Donner, 1978) y Superman II (Richard Lester, 1980) que ignoraba por completo a Superman III (Richard Lester, 1983) y la ya mencionada Superman IV: El Busca de la Paz. Él mismo ideó el argumento de la película, contratando a los guionistas Michael Dougherty y Dan Harris para que lo convirtieran en guión.

Así surgió esta Superman Returns que nos ocupa. Una película que despertó enormes expectativas. Tantas que el estudio invirtió 250 millones de dólares en ella y hasta, unos meses antes de su estreno, puso en marcha una secuela, Superman: The Man of Steel, prevista para el año 2009.

Al final, la película tuvo un resultado desigual. En EEUU recaudó 200 millones de dólares e hizo 191 millones mas en el resto del mundo, con lo que su recaudación total de 391 millones de dólares. Con todo esto, la película tan solo cubrió costes e hizo algo de dinero, lo cual no es muy buena noticia para un film con un presupuesto tan enorme. La Warner esperaba que, al menos, la película hiciese mas de 500 millones de dólares en la taquilla mundial; cifra a la que ni se acercó.


Sobre como fue recibida, la mayoría de los críticos la recibieron con alabanzas; algunos hasta decían que era la mejor adaptación de cómic que se había hecho en la historia del cine. La otra cara de la moneda fue el público. La mayoría de la gente que la vio salió echando pestes de ella; especialmente los fans de los cómics, que rápidamente la pusieron en la lista negra; por no decir que casi linchan a Singer cuando a este se le ocurrió la “genial idea” de pasarse por la Comic-Con de San Diego.

¿Y que opino yo de esta película?

Pues bien. En su día me hice muchas ilusiones y unas enormes expectativas con este film. Como ya he dicho muchas veces, Superman no está entre mis superheroes favoritos, pero si me interesan mucho sus películas cuando hay un buen director detrás. Y aquí contaban con Bryan Singer, que es un director muy bueno y, además, venía de hacer un muy buen trabajo en las películas de X-Men, por lo que mi confianza en él era muy grande. Luego estaba que justo un año antes me había llevado una de las mayores alegrías de mi vida con Batman Begins (Christopher Nolan, 2005) y creía que la Warner se había puesto las pilas de una vez con las adaptaciones de DC.

Es cierto que los trailers, imágenes y demás material promocional del film no mostraban mucha espectacularidad y, además, había algunas cosas que echaban un poco para atrás, como el traje del superhéroe –algo de lo que hablaré mas adelante –. Tampoco la sinopsis oficial ayudaba mucho; por no hablar de que, una vez mas, volvían a contar con Lex Luthor como villano principal. Sin embargo, yo guardaba la esperanza de que se nos estuvieran ocultando cosas y la película estuviera llena de sorpresas ocultas. Por ejemplo, pensaba que habría mucha mas espectacularidad que la vista en los trailers, una trama oculta mas compleja y algún villano mas poderoso escondido, como Bainiac o Doomsday, o que el plan de Luthor fuera mucho mas megalómano. Encima, unos meses antes salió el trailer del videojuego de la película donde se veía a Superman luchando contra extraterrestres y robots gigantes, dando un idea muy diferente de lo que era la película en realidad.

Luego estaba el asunto del presupuesto. 250 millones de dólares todavía eran una burrada en el año 2006 y yo me negaba a creer que se fueran a pulir un dineral como ese en una película tan simple. Yo me esperaba una película de lo mas espectacular, que hiciera vibrar todo el cine y provocara saltos en la butaca. Que fuera la película de Superman que todo el mundo estaba esperando.

Con esas ilusiones fui al cine con la esperanza de encontrarme con una película que me dejara la boca abierta.

Y si, salí del cine con la boca abierta, pero a causa de los bostezos. Hacía años que no me había aburrido tanto en un cine –tuve que hacer esfuerzos titánicos por no dormirme –y haber salido con una sensación de decepción tan enorme; y supongo que los que también estaban en el cine sintieron algo parecido, porque la gente salía con cara de volver de un funeral.

Yo, mientras, en mi cabeza no paraba de darle vueltas a una pregunta:




¿250 MILLONES PARA ESTA PUTA MIERDA?




Como ya he dicho antes, Singer es un buen director y su trabajo en las películas de X-Men fue muy bueno. Pero aquí se equivocó de medio a medio.

Para empezar, fue un completo error tratar de emular la película de 1978. Porque eso es lo que es en realidad esta película; lo de continuar la saga después de la segunda entrega solo es una excusa. Esto queda claro de los títulos de crédito iniciales que, por mucho que digan que son un homenaje, para mi fueron un plagio en toda regla; además, ya la escena que precede a esos créditos con esa tan reconocible música de fondo es para mi homenaje suficiente. Tal es la obsesión de Singer por emular a la película de Richard Donner que hasta trajo de vuelta a Marlon Brando como Jor-El utilizando las escenas de él que se rodaron para Superman II; las cuales ya podían utilizarse debido al fallecimiento del actor en 2004.

Los defensores de esta película siempre me atacan con los mismos argumentos: “que si es una película seria y profunda”, “que si se centra mas en los personajes y las relaciones humanas”, “que si es que no te ha gustado porque solo buscas acción”, “que si no he dicho ya suficientes gilipolleces”...

Vamos a ver.

Para empezar, yo no ataco esta película por ser seria y profunda; de ser así, también machacaría las películas de Batman de Christopher Nolan. Se puede ser todo lo serio y profundo que quieras en una adaptación de cómic, pero hay que ser consciente también con lo que se tiene entre manos y saber que el público habitual de este tipo de películas no solo va a ver drama y romanticismo, también quiere acción y espectacularidad. Si solo quieres ver drama o amor te vas a ver otro tipo de películas, películas mas de este tipo que las hay a puñados en la cartelera todos los meses del año, no te vas a ver una película de superhéroes.

La película tiene un guión serio y profundo, eso no lo voy a negar. Pero ¿de que narices sirve esto cuando a penas se tiene argumento? Porque el argumento de este film es mas plano que el encefalograma de Nuria Bermúdez. Si construyes una casa muy bonita y majestuosa, pero lo haces sobre unos cimientos muy malos, la casa termina por derrumbarse. Pues eso es lo que ocurre con el guión de esta película, que por muy bueno que sea, si no tiene una buena historia a la que agarrarse, al final el resultado es...




...UN AUTÉNTICO COÑAZO.




Porque la película aburre hasta a las piedras. Es TAN LENTA que llegas a tener deseos de abrirte las venas en determinados momentos y luego no ayudan nada sus diálogos, que no son malos, pero resultan de lo mas cansinos, llegando a haber momentos a lo largo del film en los que te la sopla lo que estén hablando los personajes. Y si a todo eso le metemos cosas como que el hijo de Lois resulta ser hijo de Superman o hacer que el hombre de acero termine en el hospital, ya es que llegas a creerte que estás viendo un culebrón tipo Santa Bárbara.

La cosa se anima un poco con las escenas de acción, pero estas son pocas y contadas.

Aunque eso no es lo peor. Lo peor es que se nota mucho que están metidas con calzador y, encima, son de lo mas forzadas; ¿un transbordador espacial despegando de un avión de pasajeros en pleno vuelo?, eso es ir provocando.

Encima, algunas llegan a resultar hasta ridículas en la forma en que están tratadas. El mejor ejemplo es la secuencia del atraco por parte de unos atracadores armados hasta los dientes con un arsenal mas propio de un ejército con el que podrían invadir hasta 10 repúblicas bananeras, todo para que no parezcan muy insignificantes frente a Superman. Aunque, eso termina importando, porque Superman llega y se los carga sin ningún problema –encima, todo a cámara lenta, por si no nos hubiéramos aburrido ya suficiente –; aunque no llegamos a verlo.


Y esa es otra, porque, al menos, podrían haber hecho esa escena mucho mas espectacular y densa. Los atracadores podrían haber sacado un lanza-misiles o que tuvieran el apoyo de un helicóptero de combate artillado –o un tanque, ya que estamos –, cualquier cosa que le hubiera puesto las cosas al hombre de acero un poco mas difíciles y les hubiera dado a los atracadores la oportunidad de presentar batalla antes de ser derrotados y detenidos. Pero no, tan solo vemos como Superman baja, le rebotan las balas en el cuerpo –incluido en su ojo –y ya está, se termina la escena con una sonrisita del protagonista. Algo así podría haber sido un bombazo en 1978 pero, en 2006, dudo mucho que impresione a alguien.

Otra cosa que no ayuda nada es el reparto, empezando por su protagonista. Físicamente, Brandon Routh encaja muy bien en el personaje –incluso guarda cierto parecido con Christopher Reeve –, pero mas soso y falto de carisma no puede ser. Kate Bosworth, a parte de que su interpretación deja mucho que desear, carece por completo de la fuerza y la garra de su personaje; además, a pesar de ser muy bella, no consigue darle el toque sexy que posee en los cómics y que, de momento, no han sabido dárselo en las películas. Kevin Spacey es un excelente actor y, la verdad, no se me ocurre mejor interprete para dar vida a Lex Luthor después de Gene Hackman; sin embargo, en esta película no hace, precisamente, uno de sus mejores trabajos y, encima, el personaje está muy mal tratado en el guión, sin que a penas se parezca en nada al interpretado por Hackman.

Luego, encima, hay muy buenos actores como Frank Langella, Sam Huntington –que interpreta a Jimmy Olsen –o Parker Posey –que da vida a Kitty Kowalski, la nueva ayudante de Lex Luthor –, pero todos son desaprovechados terriblemente.

En lo que es el aspecto técnico y visual, la película si está bastante acertada –claro, que con un presupuesto tan enorme, haber hecho todo esto mal hubiera tenido delito –. La ciudad de Metropolis está muy bien recreada, lo mismo que el edificio del Daily Planet o la Fortaleza de la Soledad; aunque, lo que mas me gusta es ese pedazo de yate en el que viaja Luthor y que llega a ser de lo poco impresionante que hay en este film.

No obstante, lo que no me convence para nada es el traje de Superman, a quién vuelven a vestir con una especie de pijama que, practicamente, le hace quedar ridículo. Ya en las películas de Christopher Reeve no me convencía nada esto y aquí mucho menos. Superman necesita un traje como el de los cómics, muy ceñido y de un tejido elástico que marque músculos por todas partes, sobre todo en la parte torácica, dándonos la sensación de ser el superhombre que es. Lo único que este nuevo traje marcaba era paquete, ya que hubo una pequeña polémica –asemejada a la de los pezones de Batman y Robin –cuando vieron que el nuevo Superman marcaba demasiado y esto obligó a los de vestuario a crear un calzoncillo especial para disimulárselo; y no con retoques en post-producción mediante CGI, como se rumoreó en un principio.


De todas maneras, en lo que es el aspecto técnico y visual, la película consigue el aprobado. Sin embargo, esto solo consigue que la nota final supere en poco el 2, quedándose por debajo del 3. Un 2´4 sería la nota que se merece la película al completo, porque el resto de la película es de 0 o de 1 para abajo.

Para mi la película es un bodrio que lo único que consigue es aburrir y abochornar, que carece casi por completo de cosas destacables y que no logra ninguno de sus propósitos. Yo es que la encuentro, incluso, peor que Superman IV porque, como ya dije, con aquella, al menos, disfruté y lo pasé bien cuando la vi con 7 años. En cambio, si hubiera visto con siete año esta película, seguro que hubiera estado durmiendo la mayor parte del tiempo.

Yo lo siento por Bryan Singer, que es un director estupendo y a mi me gusta mucho, pero esta es, sin duda, su peor película. Como ya he dicho, el tipo se equivocó completamente tratando de emular la película de 1978 y su primera secuela en lugar de hacer lo que debía haber hecho, una película completamente renovada mas cercana a los cómics que a las películas protagonizadas por Reeve. El tipo tiene suerte de que Superman no esté entre mis superheroes favoritos porque, de lo contrario, hubiera ido de cabeza a mi lista negra, haciéndole compañía a Joel Schuchacher o a Albert Pyun.

Me alegro de que el tipo haya vuelto a los X-Men, que estos si que se le dan bien. Porque, la verdad, esta es una empresa que le venía grande desde el primer momento.



En resumen, una película solo recomendable para personas con insomnio. Los 250 millones de dólares peor invertidos de la historia.